El arroz es el alimento más importante para la humanidad al ser consumido a diario por el 50% de la población mundial (IRRI, 2018). El consumo per cápita de este cereal en Nicaragua es de 119 lbs, representando un 14% del aporte energético dentro de la canasta básica. A nivel económico, su producción equivale a U$224 millones, representando un 13% del PIB agrícola del país (ANAR, 2023). Por su importancia alimentaria y socioeconómica, entidades regionales y nacionales han venido realizando esfuerzos durante las últimas dos décadas que han permitido mejorar significativamente los rendimientos. A pesar de ello, actualmente este cultivo enfrenta grandes retos para poder mantener los niveles productivos y la rentabilidad de su cosecha.
La sobreexplotación de los suelos, sequías, altas temperaturas, lluvias irregulares, alta presión de malezas, plagas y enfermedades alteran procesos fisiológicos en las plantas que repercuten negativamente en el balance energético de las mismas, lo cual contribuye directamente en la disminución de los rendimientos del cultivo.
Imagen 1. A. Plantas de 35 DDG con síntomas de exceso de sales en el suelo. B. Intoxicación de plántulas por altas dosis de herbicidas. C. Daño mecánico y fumagina por sogata (Tagosodes orizicolus Muir). C. Alta incidencia de chinche genera vaneo y granos dañados, además de alto número de aplicación de insecticidas. D. Esterilidad por efecto de altas temperaturas durante polinización y llenado de granos.
¿Por qué considerar el balance energético en las plantas? ¿Qué papel tiene la energía en el rendimiento del cultivo de arroz?
Todas las plantas necesitan la energía solar para poder desarrollarse, la cual, en combinación con el agua y los nutrientes del suelo, es capaz de producir tejidos, acumular azúcares y compuestos que finalmente conforman la cosecha.
El grano de arroz está compuesto en un 80% por almidón (Verma & Srivastav, 2017), un tipo de azúcar o energía, que inicialmente es producido en las hojas, almacenado durante la etapa vegetativa de la planta en las raíces y entrenudos, y posteriormente trasladado a la panícula en la etapa de llenado de granos (Figura 2).
Cuando la planta atraviesa por situaciones de estrés por factores bióticos o abióticos, utiliza las reservas de azúcar o energía para tolerarlos, consumiendo estas reservas que posteriormente tendrá que utilizar para llenar los granos. Al reducirse las reservas, los granos no se llenan correctamente, por tanto, su peso y calidad industrial disminuyen considerablemente.
Cuanto mejor sean las condiciones nutricionales, fitosanitarias y capacidades de captar energía, mayores serán las posibilidades de obtener mejores rendimientos y calidad del arroz.
Fuente: Yu et al., 2015.
¿Qué se debe hacer para lograr cultivos más sanos y productivos?
Una vez se cuente con un adecuado material genético (variedad), un manejo agronómico óptimo (establecimiento, riego, malezas, plagas y enfermedades) y una nutrición que responda la demanda del cultivo, la respuesta es Bioestimular.
La bioestimulación permite la activación y mejora de las funciones fisiológicas del cultivo; estas funciones son moduladas a través de la expresión de genes que activan respuestas bioquímicas y atributos fenotípicos de las plantas, que le confieren la capacidad de tolerar mejor las condiciones de estrés, al lograr una mayor eficiencia en la absorción y uso de nutrientes, permitiendo consecuentemente mejorar su crecimiento, desarrollo, rendimiento y calidad.
¿Cómo utilizar la bioestimulación y que bioestimulantes utilizar en el cultivo del arroz??
El bioestimulante a utilizar depende de la etapa fenológica de las plantas; se debe considerar que el cultivo de arroz tiene etapas fenológicas críticas en las que define su potencial productivo en base a los componentes de rendimiento (número de panículas, granos llenos y peso de mil granos), en estas etapas críticas se requiere que el cultivo esté en la mejor condición fisiológica para poder expresar su máximo potencial.
Fuente de gráficos: Counce et al., 2000.
Se recomienda hacer el tratamiento de semilla con BIOREACH, un insumo microbiológico a base del hongo Trichoderma spp. que tiene función de biocontrolador de otros hongos fitopatógenos y a su vez estimula el desarrollo radicular del cultivo. El mecanismo de bioestimulación de Trichoderma implica una comunicación multinivel de raíces y tallo, ya que libera en la rizosfera auxinas, pequeños péptidos y otros metabolitos activos, que promueven la ramificación de las raíces y la capacidad de absorción de nutrientes, impulsando así el crecimiento de las plantas (J. López-Bucio et al. 2015).
Para estimular el desarrollo radicular en V2-V3 se recomienda utilizar FERTIBIOL GOLD, un insumo orgánico compuesto por una mezcla de carbono orgánico, ácidos húmicos y fúlvicos y nutrientes esenciales, que maximizan el desarrollo radicular de las plantas y la actividad microbiana benéfica en el suelo. FERTIBIOL estimula la fotosíntesis y la actividad energética del cultivo, mejorando la eficiencia de la absorción de nutrientes disponibles en el suelo, el desarrollo vegetativo y su capacidad de sobreponerse a situaciones de estrés especialmente por sales, sequía, y herbicidas.
Para la etapa fenológica R0 se recomienda GREEN STAMINA +, otro insumo orgánico que aporta silicio biodisponible (ácido ortosilícico estable) capaz de brindar excelentes beneficios a las plantas. El ácido ortosilícico es la forma de Sí de mayor asimilación por las plantas, activa genes y compuestos bioquímicos vinculados al sistema de defensa contra agentes bióticos y abióticos, mientras fortalece mecánicamente la planta. GREEN STAMINA + también estimula la movilidad de los nutrientes y la savia por la planta. Aporta Carbono Orgánico, Boro y Zinc, en proporciones balanceadas, que son indispensables en la formación de la panícula en la etapa de cambio de primordio.
En R2 se recomienda GREEN LIFE ULTRA, un segregado botánico que aporta compuestos orgánicos, macro y micronutrientes de forma balanceada garantizando una activación y mantenimiento de los procesos biosintéticos de crecimiento y floración. Sus compuestos orgánicos activan la producción de grupos tioles junto a la prolina y cisteína, los cuales tienen una fuerte acción antioxidante en las células de las plantas, evitando así una senescencia acelerada cuando se someten a cualquier tipo de estrés, permitiendo mantener el flujo de azúcares o energía desde las raíces y tallos hacia la panícula.
Para las condiciones de Nicaragua en las que las temperaturas juegan un papel preponderante en las mermas de rendimiento en el cultivo del arroz, se recomienda llevar un plan de bioestimulación que fortalezca la nutrición, para darle a las plantas un balance energético que les permita regular sus procesos fotosintéticos en pro de la mejora productiva.
Además de este programa de bioestimulación RAMAC cuenta con un programa de manejo de enfermedades en el cual se incorporan de forma integral extractos botánicos (FUNIBIOL GOLD 20SC y GREEN STAR GOLD 10SC) que previenen y controlan eficazmente patógenos fungosos y bacterianos, reduciendo significativamente la carga química y trazas en la cosecha final. Todo esto se incorpora a un concepto de Plantas Sanas, donde una planta sana no es simplemente una planta libre de enfermedades, sino una planta que es capaz de desempeñar todas sus funciones fisiológicas en pro de la expresión del máximo potencial productivo en los cultivos. (Agrios, 2005).
Equipo RAMAC
Autor original: Misael Rivera
Referencias bibliográficas
- Agrios, G. (2005) Plant Pathology. 5th Edition, Elsevier Academic Press,
- Asociación Nicaragüense de Arroceros (ANAR). 2023. Importancia socioeconómica del arroz en Nicaragua. Foro Arrocero Nicaragüense. 2023.
- Counce, P; Kiesling, T; Mitchell, A. 2000. A Uniform, Objective, and Adaptive System for Expressing Rice Development. Crop Science 40:436–443.
- IRRI (International Rice Research Institute). 2018. Increasing Food Secutity (en línea). Consultado 06 dic. 2023. Disponible en: http://irri.org/our-impact/increase-food-security.
- López-Bucio, J; Pelagio-Flores, R; Herrera-Estrella, A. 2015. Trichoderma as bioestimulant: exploiting the multilevel properties of a plant beneficial fungus. Scientia horticulturae 196: 109-123
- Verma DK; Srivastav PP. 2017. Proximate composition, mineral content and fatty acids analysys of aromatic and non-aromatic indian rice. Rice Sciences 24(1): 21-31.